“LA COLEGIACIÓN” ¿CÚANTO NOS DA, CUÁNTO NOS CUESTA?

VICEPRESIDENTELos que por circunstancias, tuvimos la fortuna y el privilegio (al menos hace años lo era) de realizar estudios universitarios, en alguna facultad o escuela técnica, y se nos daba como opción preferente de garantía de futuro, estabilidad económica y seguridad laboral, el opositar y ser funcionarios, pudimos comprobar con el paso del tiempo que esos planteamientos quedarían obsoletos, y que las opciones profesionales tomarían una dimensión más amplia y de mayores expectativas.

Los colectivos profesionales, sean de cualquier índole, se establecen en organizaciones gremiales, bajo la protección de organizaciones sindicales, que se arrogan la responsabilidad de la defensa de los intereses de los trabajadores a los que representan.
Históricamente de los colectivos más desestructurados del organigrama laboral, están por su naturaleza liberal y autónoma, los profesionales por cuenta propia.

La colegiación se establece como aparato institucional, que aúna criterios, estructura corporativamente y actúa en defensa de los intereses de los colegiados.

Desde ésta perspectiva, y ahora que parece que el escenario económico, empieza a clarear y que la ofuscación en la que estamos inmersos, se transfigura en mejores expectativas laborales, el haber estado colegiados seguramente habrá contribuido a que el deterioro sufrido en las relaciones con nuestras representadas, por las exigencias del mercado o por la facilidad de algunos fabricantes, de despreciar nuestros servicios, por no considerarlos útiles cuando ya le hemos abierto la clientela, es entonces, cuando entran en función y defensa de nuestros intereses los servicios colegiales.

La colegiación; cuánto nos da, cuánto nos cuesta?
Los que hemos apostado por el amparo de la colegiación, como vía organizativa en base a la protección de los intereses de los profesionales de la mediación, hemos podido comprobar su eficacia.
– Qué profesional no ha necesitado, en los complicados últimos años transcurridos, de la asistencia de un asesor que nos haya guiado en el planteamiento, gestión y resolución de una reclamación por impago de comisiones u otro tipo de retribución, o en el incumplimiento de cualquier punto contractual.

En mi caso y en el de otros compañeros, he de reconocer que la asistencia recibida por los profesionales que configuran el despacho jurídico de nuestro colegio, ha sido acertada y eficaz, toda vez que se han ganado los pleitos planteados ante los tribunales. Posiblemente en otro casos no se hayan obtenido los resultados esperados, porque no siempre nos asiste la razón, y los letrados trabajan sobre evidencias contrastadas, no sobre supuestos benefactores.

¿Qué compañero no ha recibido alguna notificación siempre desagradable e intranquilizadora, de la Agencia Tributaria, en base a algún desajuste, en la presentación de nuestras obligaciones fiscales, tanto en el orden profesional como en el privado; IVA, IRPF, Patrimonio, Sucesiones etc. y de manera automática hemos pensado en nuestro asesor fiscal, para poner en marcha los mecanismos que nos puedan hacer valer nuestros argumentos, frente a ésta contingencia?

¿Hay alguien que antes de decidirse a hacer una inversión importante como la adquisición de un vehículo, solicitar una póliza o línea de crédito o un préstamo hipotecario, no haya recurrido a los servicios financieros con los que el colegio tiene firmados convenios de colaboración?
– ¿Quién para el desarrollo diario de nuestra actividad, no le ha planteado a nuestro asesor informático algún requerimiento, en cuanto a aplicaciones, e-mail corporativo, web profesional u otros instrumentos de las redes.?

Quizás para muchos y sobre todo para los que llevamos casi treinta años dentro de la organización colegial, no sea necesario seguir descifrando los servicios y beneficios que la colegiación aporta; quizás los que tengamos conciencia colegial, tengamos que ser transmisores de éstos valores y servicios, a las nuevas incorporaciones de agentes jóvenes a nuestro colectivo.

Sólo plantearles una cuestión; ¿Cuánto pagamos por lo recibido?

Fernando Romero Sanz
Vicepresidente del COACS.