Mi intención con la creación de esta cinematográfica sección es unir y relacionar dos de
mis grandes pasiones: la venta y el cine, las representaciones y el Séptimo Arte, y
comenzamos con una cinta muy a propósito de los tiempos que nuestra profesión vive
hoy. Crisis, dificultades, férrea competencia, pérdida de clientes… todo esto lo vivimos a
diario los comerciales en las plazas que componen nuestro país, pero a pesar de todo,
debemos salir a la calle impregnados de ilusión buscando el mantener- si no aumentar-
las cifras de tiempos pasados.
En busca de la felicidad (2006)
El realizador italiano que dos años más tarde dirigiera a Will Smith- nuestro protagonista-
en la magnífica Siete Almas nos trae este excelente drama sobre un vendedor que apuesta
e invierte todos sus ahorros para comprar una serie de costosos escáneres médicos para
venderlos uno a uno a profesionales de la sanidad; empresa muy difícil de llevar a cabo,
entre otras cosas, por el alto precio que dichos doctores tienen que pagar por los citados
aparatos.
Smith, quien fue nominado tanto al Oscar como al Globo de Oro por este papel, entre
otros prestigiosos premios, encarna a este sufrido vendedor, quien a la vez de acometer
su complicado y tortuoso trabajo, tiene que hacerse cargo de su primogénito pues su
esposa, con la cual no convive, no puede atenderlo, y conseguir además que ni él ni su
propio hijo se derrumben por los infortunios y adversidades que vivirán a lo largo de tan
dramática historia.
El largometraje, de producción estadounidense, está protagonizado- además de por el
conocido actor que iniciara su éxito con la célebre serie El Príncipe de Bel-Air- por su
propio hijo, Jaden Smith, quien se estrena ante las cámaras con una impecable
actuación, aún siendo un niño de tan solo 8 años (a los 4 hizo un simple cameo en la
película Hombres de Negro 2, también protagonizada por su padre).
Les acompaña la bella actriz Thandie Newton (Crash, Misión Imposible 2) en el papel de
la madre en esta historia basada en hechos reales.
“Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. Si tienes un
sueño, tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo por ellos
mismos te dirán que tú tampoco puedes hacerlos. ¿Quieres algo? Ve a por ello y punto.”
Quizá sea este el principal mensaje que nos lanza como un obús el personaje principal de
En Busca de la Felicidad, y que, tras calamidades y obstáculos de lo más variados,
parece que logra llevar a cabo.
La cinta fue tratada bastante bien por la crítica, y mejor aún por el público, y aunque su
metraje alcanza las casi dos horas de duración, ni se hace larga ni tediosa en absoluto,
pero sí nos hace partícipes de los desesperados momentos que nuestro ‘héroe’ padece.