El cine y el comercio (Raúl Cabral) : El golpe (1973)

Atendiendo a peticiones, en esta tercera ocasión en la que abordo la crítica de una obra del Séptimo Arte, he querido elegir una magnífica cinta sugerida por nuestro presidente D. Miguel Arrebola. Se trata de la oscarizada “El Golpe”, la cual, aunque no está directamente relacionada con la venta y el comercio, podemos decir que tienen elementos en común. Esto es: ingenio, ilusión, resiliencia y sobre todo, trabajo en equipo. ¿Y no se trata de todo esto (y de alguna otra cosa más) cuando la maquinaria de la venta se pone en marcha?

El Golpe (1973)

“Yo le pondré la zancadilla porque no sé matar, pero sí quiero hundirle.”            Cuatro años después de reunir a la infalible pareja que formaron Paul Newman y Robert Redford en la taquillera “Dos Hombres y un Destino”, George Roy Hill volvió a la carga en 1973 ganando el Oscar al mejor director con The Sting”, la historia de la unión de un buen número de amigos y conocidos para vengar -de la manera más original y enrevesada- la muerte de un colega ordenada por el ‘capo’ local que aquí aparece con los rasgos de Robert Shaw (“Tiburón”).

La idea en la ficción partirá del personaje que interpreta el impulsor del conocido festival de cine “indie” Sundance. Hablamos del mismísimo Robert Redford (nominado al Oscar por la película que nos ocupa), quien se aliará con el alter ego de uno de los mejores y más comprometidos actores que se hayan paseado por Hollywood, el gran Paul Newman. Éste reunirá  a ese grupo de amistades y urdirá el arriesgado plan de venganza.

El guión de la historia fue galardonado con un Oscar y un Globo de Oro entre otros grandes premios, y es que junto a la interpretación de sus protagonistas, dicho guión es quizá lo más sobresaliente de este filme, aunque sea la música la que al público le traiga más recuerdos. Su tema principal de hecho fue premiado con la dorada estatuilla.

De sus 10 nominaciones a los Oscar, el largometraje de Roy Hill obtuvo 7. Aparte de los ya citados, también logró los de mejor montaje, diseño de producción y vestuario.

En definitiva: una pequeña obra maestra contada en poco más de dos horas de metraje para lucimiento de dos de las más grandes estrellas del celuloide.